Sin lugar a dudas una asamblea excelente, hace mucho tiempo no disfrutaba un programa y ambiente como en el que pude estar el sábado 6 y domingo 7 de agosto de 2011.
El viernes yo iba a hacer mis preparativos para la asamblea y acostarme temprano se supone pero no resultó porque llegaron visitas a la casa y entre todo, pasaban las horas y cuando se fueron tuve que hacer muchas cosas y me terminé acostando a las 3 de la mañana. Me levanté tarde y desanimado, no sé porqué, seguramente porque sabía que iba a llegar atrasado, porque dormí poco, porque lo que tenía planeado no resultó o que se yo.
Me bañe y mientras lo haíia pensaba que debía sentarme solo mejor para que nadie me viera (como iba tarde) aunque sabía que me estaban guardando puesto y pensaba también porqué soy tan irresponsable y no cumplo con lo que tengo planeado y porqué esto me pasa tan seguido. Cuando terminé de bañarme, bajé a mi pieza y vi una llamada perdida de una tía y al poco rato me llegó un mensaje de una niña más simpática que me cae muy bien y me encanta porque me río mucho con ella! El mensaje decía dónde andaba metido porque ya me habían guardado puesto, así que pensé que estaba puro dando jugo, que tenía que apurarme no más y partir lo mas pronto posible.
Cuando llegué los encontré de inmediato y me senté a escuchar el programa, no llegue taaaaaaan tarde, como a las 10:34 y alguien por ahí me miro y me apunto su reloj (la horita!!), todo en buena onda así q me dio mucha risa! Después saque mi cuaderno para tomar apuntes y me dicen de atrás, “buenos apuntes” o algo asi, porque lleve el cuaderno que tenia los dibujos cuando jugamos Pictionary! Y yo quede como ¡wow! Me dio como risa y sorpresa porque no me había dado cuenta quién estaba atrás y tampoco esperaba un comentario asi de esas dos chicas.
Después de escuchar parte del programa viene el primer cántico y posteriormente los anuncios. El cántico que tocaron fue el 85 “Que Jehová Te Bendiga” (Mateo 19:29). Generalmente no le prestó atención a las letras de los cánticos pero no se porqué a este mientras lo cantaba (o hacia el intento) lo empecé a leer bien y me gustó mucho la letra, así que cuando terminó, me senté mientras daban los anuncios, lo volví a leer y pensé: "tengo que escribir esto, lo que me ha pasado".
Mi lata y algo de desanimado con que me levanté ese día desaparecieron en el preciso instante en que entré al salón de asamblea y sin lugar a duda eso pasa única y exclusivamente ahí.
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